Radiofrecuencia facial, ¿cuáles son sus beneficios? 

La radiofrecuencia facial es una técnica no invasiva de medicina estética utilizada en tratamientos de rejuvenecimiento, y para tratar aspectos como la flacidez, las arrugas causadas por las líneas de expresión, la papada y el doble mentón. 

Cada vez son más los médicos que utilizan esta técnica como alternativa a la intervención quirúrgica en las situaciones antes mencionadas, pero también para tratar eccemas, rosácea (piel rojiza), acné y hasta hiperpigmentación.

La radiofrecuencia facial se utiliza sobre todo en casos leves y moderados, y logra resultados similares a un lifting, sin necesidad de usar un bisturí y sin cicatrices. Además, es indolora, con muy pocos efectos secundarios y cuya única secuela es la sensación de relajación. 

¿Qué es la radiofrecuencia? 

La radiofrecuencia consiste en la emisión de ondas electromagnéticas en un rango que oscila entre los 3 Hertzios (Hz) y los 300 Gigahercios (GHz), con un uso muy amplio, que va desde las radiocomunicaciones hasta soldaduras y esterilización. 

En medicina se ha utilizado desde hace décadas para tratar la apnea del sueño, la arritmia cardiaca y en tratamientos quirúrgicos, como herramienta para acelerar la coagulación, o para destruir tumores y tejidos infectados.

¿Qué hace la radiofrecuencia en la cara? 

En medicina estética, la radiofrecuencia se ha utilizado en distintas partes del cuerpo para reducir la grasa, tensar la piel y acelerar la cicatrización. 

La radiofrecuencia en la cara funciona de la siguiente manera: se aplica un gel conductor de ondas electromagnéticas en la cara (ya limpia y libre de maquillaje) y el médico procede a masajear con un aparato la zona a corregir. 

La radiofrecuencia produce un sobrecalentamiento de la piel (en la dermis, no en la epidermis), elevando la temperatura en las capas más profundas para estimular las células responsables de producir colágeno.  

Al producirse fibras de colágeno, la piel recupera firmeza y elasticidad, contribuyendo a rejuvenecer el rostro. 

Es un tratamiento progresivo (se necesitan varias sesiones), no invasivo y con muy pocos efectos secundarios (inflamación e hipersensibilidad en casos de pacientes con piel muy sensible). No produce dolor y sus efectos benéficos pueden prolongarse hasta 8 meses. 

La radiofrecuencia facial se acompaña con el uso de cosméticos reductores y reafirmantes, y con una dieta para evitar que vuelvan algunos de los elementos eliminados o reducidos con la radiofrecuencia.

Radiofrecuencia facial beneficios 

Entre los beneficios más relevantes de la radiofrecuencia facial se encuentran: 

• Efecto tensor: disminuye la flacidez del cuello y el rostro al producir una contracción de la piel (efecto similar a un lifting). 
• Contribuye a eliminar las líneas de expresión y arrugas poco profundas.
• Activa la producción de colágeno, rejuveneciendo la piel. 
• Activa también la circulación haciendo que la piel recupere su brillo. 
• Previene la aparición de granos de acné al reducir la grasa. 
• Contribuye a eliminar la papada y el doble mentón. 
• Mejora la definición del óvalo facial. 
• Ayuda a eliminar las cicatrices del acné. 
• Ayuda en tratamientos de hiperpigmentación y para el control de la rosácea. 

La radiofrecuencia corporal puede estar contraindicada en algunos casos (mujeres embarazadas, personas con marcapaso o bajo tratamiento contra el cáncer). Sin embargo, la radiofrecuencia facial tiene pocas restricciones, aunque siempre es importante consultar con tu médico. 

En Shining Skin, clínicas de tratamientos médico estéticos en Málaga hacen radiofrecuencia facial y corporal con aparatología de última generación y personal cualificado. Haz clic aquí.